78 km, 1350 metros acumulados y 9 horas de camino.
Hoy ya hemos dejado atrás Cantabria y hemos entrado en Asturias por la puerta grande. Haciendo caso a mi amigo Antonio, hemos llegado a Llanes disfrutando de unas fantásticas vistas de los acantilados del Cantábrico, a la derecha, y de los suntuosos picos de europa, a la izquierda.
La verdad es que una vez dejado a tras el País Vasco, esperábamos que todo sería más facil, pero nada más lejos de la realidad. Tanto Cantabria como Asturias son una interminable sucesión de valles por los que, sinuosamente, el camino va transcurriendo entre subidas y bajadas. Con muy pocos tramos llanos, el sinfin de toboganes que compone el camino, termina agotando las fuerzas físicas del Indurain más preparado.
Cierto es que... las vistas, las gentes y las viandas, sobre todo las viandas, hacen que todo se olvide y que la aventura valga la pena.
P.D. lo mejor de la jornada de hoy, el bañito que nos hemos dado en una calita
"salvaje" en
Péndules (
Asturias)
Que pasada de sitios !!! que envidia sana compañeros, los paisajes impresionante y ese baño en la cala salvaje tiene que resucitar a un muerto, momentos inolvidables. Seguir disfrutando animo y fuerza.
ResponderEliminarMacho, arriba os estáis poniendo púos... Sólo por las vistas y el condumio seguro que merece la pena.
ResponderEliminarÁnimo y saludos
Vaya maravilla de sitios y vaya calidad de desayunos, hasta con mantel. No echareis de menos los de la "cantina" einhh.
ResponderEliminarVenga compañeros, adelante.
Saludos.